domingo, 26 de septiembre de 2010

PENSANDO

Ella le miró con descaro.
Sus ojos estaban llenos de atardecer. -¿Cómo te llamas?- preguntó ella.

Él siguió mirando al horizonte, haciendo danzar sus piernas sentado
en el borde del abismo. - Me llamo Nadie.
Ella se sentó a su lado y Nadie apenas se inmutó.
Siguió preguntándole. - ¿Y de dónde vienes?
- De donde mueren los besos...musito Nadie
Debe ser un lugar muy triste ese...dijo ella.
- Los lugares no son tristes.
Los hacemos nosotros con nuestros hechos...respondio Nadie.
¿Y cómo se muere un beso? ...pensó ella... un beso
no se muere nunca, pero él no lo sabe.
- Cuando se da sin amor, cuando se recibe sin pasión,
resbala por las pieles y huye a su lugar de agonía,
donde terminar su dolor de caricia.
Quieren anclarse en unos labios, en una mejilla, en una piel amable.
Tiemblan su pena de no saberse queridos y sufren...retrucó Nadie
-¿Y por eso vienes a sentarte al precipicio? ...ella le preguntó.
Entonces él la miró. Contempló su mezcla de nube y ola.
-Sí. Por eso vengo a sentarme en este lugar.
-Y tú? ¿A qué vienes? por que preguntas mucho... me sangra el corazón.
Aquí me siento por que percibo el dolor de los besos ,
de lo que han sufrido, y el saber de otros alivia de una
extraña manera mi carga.... respondio ella
no por haberlos conseguido, sino por falta de fe.
Y tú quién eres? ¿De dónde vienes?..Qué quieres? ...dijo Nadie
-Soy Nada. Vengo del lugar de donde mueren los sueños,
donde quien los tuvo los deja morir.
Nadie la mira de nuevo. Nada sonríe.
Nadie la abraza y Nada se deja abrazar.
Nadie quiere regalar sus besos.
Nada sabe de su sueño.Nadie lo intenta y Nada lo espera.
Un beso, un sueño.
De Nadie para Nada,de Nada para Nadie.